BBVA crea en Europa el préstamo digital, que se trata de un tipo de financiación bancaria dirigida a empresas en formato préstamo, cuyo precio está ligado al grado de madurez digital de la compañía.
Si la compañía mejora su nivel de digitalización, mejorará también las condiciones de esta financiación. De esta forma, alinea sus instrumentos financieros con la estrategia corporativa, obteniendo un incentivo financiero por mejorar su grado de digitalización y acelerar su transformación digital en el tiempo.
Diferentes informes de consultoras reconocidas confirman que las compañías que emprenden una transformación digital rigurosa y bien diseñada son las que conocen mejor a sus clientes, se adaptan con mayor agilidad a los cambios, mejoran su competitividad y rentabilidad y por ello se espera que sean las ganadoras en su sector en el largo plazo. Es por ello que hoy en día la transformación digital ocupa las agendas de la mayoría de los CEOs.